salud mental

EL NIÑO Y EL PSICOANALISIS

29.06.2011 15:37

 

 

 


 

PSICOANALISIS DEL NIÑO

 

 

Por: JOSE ALBERTO GONZALEZ GUTIERREZ

 

Documento de Trabajo.

Chinchiná, Junio 29 de 2011

 

 

                                                          

 

 

 

1. PRESENTACION.

 

 

La finalidad de este documento, es presentar en forma resumida, algunos conceptos y procesos relacionados con el Psicoanalisis y el Desarrollo del niño, desde una perspectiva Freudiana, a fin de complementar en la página, algunos aspectos relacionados con el desarrollo infantil.

 

 

2. DESARROLLO TEMATICO.

 

Todo niño, salvo casos muy excepcionales- lleva en sus posibilidades de desarrollo. El medio es el que le permite o no desarrollar las potencialidades que están en él.[1]

 

 

Desde el punto de vista Psicoafectivo, el niño, en su vida fetal está expuesto a riesgos emocionales, la experiencia ha demostrado que los trastornos emocionales de la madre actúan sobre las secreciones hormonales, provocando entre otras cosas excesos de cortisona o de adrenalina que se vierten en la corriente sanguínea.

Las investigaciones efectuadas en el «Fels Institute» (Estados Unidos), han encontrado, que cuando la madre experimenta una conmoción afectiva en el curso de los últimos meses de embarazo da a luz un niño irritable, agitado y difícil de alimentar. Este niño puede ser un Neurópata desde el nacimiento, en este sentido conviene resaltar el neurodesarrollo, en donde las Neuronas Capitanas se producen entre la 10 y 25 Semana de vida Intrauterina, denotando así la construcción del Sistema Nervioso.

Los tres primeros meses del lactante, es un período de dependencia de los padres, mientras que el polluelo, al salir del huevo, es capaz de picar el alimento, el recién nacido no puede sobrevivir sin la presencia y los cuidados maternos.

Hacia el Octavo día (8º), empieza a contestar a una señal, por ejemplo vuelve la cabeza hacia el que le sostiene sin que exista reconocimiento.

Conviene esperar al Segundo mes para que pueda percibir visualmente al adulto y el alimento habitual.

Durante la lactancia, el niño fija generalmente el rostro materno. Así asocia el rostro humano a sus satisfacciones en tanto que aporta la descarga de la tensión nacida de la necesidad y eventualmente el desagrado si la necesidad no está satisfecha. Así nacen las primeras imágenes de la buena y mala madre.

A los 2 o 3 meses, el bebé es capaz de dirigir él mismo su mirada. Entonces llega el control ocular, condición necesaria para ver mejor el ambiente y enriquecer sus intereses..

Hacia el 3º mes el niño contesta con su sonrisa a sus compañeros. Esta es una etapa importante, porque por primera vez hay una actitud activa. El Dr. René A. Spitz afirma que esta primera reacción activa no se desencadena mas que si el rostro es visto de frente. La sonrisa cesa, cuando la cabeza está de perfil. Por otra parte sonríe indiferentemente a todo rostro, es decir, que no sonríe forzosamente a la madre como tal.

Ø Entre el 3º y 12º Mes, comienza la formación del YO, en efecto la reacción de la sonrisa, supone un reconocimiento del Rostro humano, en consecuencia una huella mnemónica del recuerdo. Existe un comienzo del pensamiento y del Yo, germen de la personalidad consciente posterior.

Aunque el rostro humano desencadena la Sonrisa, y el placer del reconocimiento, tambien puede provocar el desagrado. Esta reacción de tensión desagradable se produce cuando el rostro se retira o se vuelve. Las dos reacciones son indispensables para la maduración.

 

Ø A patir de 6º mes, solamente sobre la madre muestra sus tendencias agresivas y amorosas, mientras que antes del reconocimiento de la madre, la disociaba en buena y mala madre, de acuerdo con sus satisfacciones e insatisfacciones.

El desagrado se manifiesta desde el 6o mes con la retirada de un juguete, entre el 6º y 8º mes el niño distingue un rostro amigo de un rostro extraño. Mientras que sonríe ante el primero, se esconde se inmoviliza o llora ante lo desconocido.

De esta manera hacia el sexto mes se manifiesta una nueva forma de tensión el Miedo. El miedo ante lo desconocido es más Psicológico, nace de la relación con un objeto exterior ante el deseo de huída.

Hacia el o aparece una reacción importante: La angustia propiamente dicha, esta primera manifestación de la Angustia aparece vinculada al miedo de perder a la madre.

 

3. LOS ESTADIOS PREGENITALES.

 

El gran mérito del científico SIGMUND FREUD (1856-1939), es haber observado una organización libidinal, desde el primer día de vida a la adolescencia, que posteriormente se estructura en un Desarrollo Psicosexual.

En el año 1897, en una carta dirigida a su amigo W. Fliess (Carta Nro. 75) anuncia, el hallazgo de «unas zonas sexuales» anteriores y abandonadas con la primacía de la genitalidad.

De esta manera, Freud, descubre una actividad erótica muy precoz en el lactante, que ordena de acuerdo a una cadena de acontecimientos en: Oral, Anal, Fálica, Latencia y Genital.

El estado Oral que se manifiesta en los primeros meses de vida, el niño disfruta de una satisfacción sexual durante la toma de alimento, que después intenta alcanzar de nuevo mediante la bien conocida actividad de Chuparse el dedo. La pulsión no se dirige hacia un objeto exterior, sino que obtiene su satisfacción del mismo cuerpo del sujeto. Este primer placer,subraya Freud, es fácil de determinar, se trata del placer vinculado a la tetada- del pecho materno o de su sustituto, los labios del niño en esta experiencia de recuerdo actúan como zona erógena (así como el conjunto de la zona bucal, incluso esófaga y estomacal).

Esta primera manifestación sexual está asociada en su mismo origen, a la satisfacción de una necesidad, aquí a la necesidad de alimentarse. La pulsión sexual, queda al comienzo vinculada a la función de autoconservación, es decir hay un vínculo entre funciones biológicas y funciones sexuales.

Aparece otro momento importante denominado El estadio sádico-oral, o canibalístico, que es una etapa de incorporación activa, se distingue de la precedente en el hecho que con la aparición de los dientes, la actividad oral pasa de la succión a la mordedura. Esta etapa es perceptible en el comportamiento del niño,cuyo placer de morder rebasa evidentemente la sola necesidad alimenticia; se puede encontrar en el análisis de las Psicosis depresivas graves, (melancolías), ahora se busca placer en la incorporación, pero está implícita la destrucción del objeto. Es la comienzo del conflicto de ambivalencia [2], mientras que la etapa precedente, podría llamarse pre-ambivalente.

Devorar el objeto, es al mismo tiempo correr el riesgo de perderlo. Este conflicto de ambivalencia es central en la Melancolía.

En algunas neurosis, se puede encontrar presente y mas o menos activo el deseo sádico-oral:sea en los fantasmas perversos, en los rechazos alimenticio o en las bulimias (sensación exagerada de hambre).

Alexander Lowen, experto en Bioenergética, encuentra cuando explica la Depresión, encuentra una relación entre la Personalidad Oral, puesto que la fase oral es una momento de cuidado de protección y las privaciones en esta fase, predisponen a una depresión que se manifiesta en la vida adulta.

 

Posteriormente, la zona sexual, se sitúa en otro lugar y aparece Estadio Sádico-Anal Precoz (Fase de expulsión, tanto el análisis infantil como el de los neuróticos permite poner en evidencia dos series de hechos: Por una parte, la sucesión, de la zona oral, de la zona anal como zona erógena; por otra parte las emociones que pertenecen al erotismo anal está estrechamente y por desigual vinculadas, en esta etapa, a las pulsiones sádicas.

El erotismo anal encierra dos modos de goce diametralmente opuestos. «La evacuación del contenido intestinal suscita una excitación voluptuosa de la zona anal. Pronto un placer opuesto se asocia a esta forma primitiva de placer, el placer de retención de las heces.

Nos encontramos, pues ahora, ante una fase de gran ambivalencia en relación con el objeto, ambivalencia de una relación positiva que consiste en apropiarse del objeto reteniéndolo, y de una relación negativa, que consiste en rechazarlo expulsándolo.

El paso de la primera fase (Expulsión-destrucción) a la segunda (Retención-dominación) se denomina el estadio Sádico-anal tardío- Fase de retención- dominación. Tiene como causa la necesidad de proteger el objeto amoroso; en este sentido el afán de ciertos padres de conseguir un control esfinteriano muy temprano en el niño, tropieza con una dificultad, no una imposibilidad física por parte del niño, sino Psicológica.

Es físicamente posible conseguir del niño un control esfinteriano muy precoz, y se ven familias que se enorgullecen de los resultados estupendos en respuesta a sus exigencias. Pero es a cambio de una renuncia forzada del niño a las satisfacciones vinculadas con el estadio anterior, a su represión y a su persistencia en el inconsciente, y a las consecuencias caracteriales o patológicas que pueden derivarse de ello.

El placer erótico conseguido por el niño del dominio de sus funciones excretoras puede alcanzar una intensidad muy grande, el niño intenta retrasar el acto tanto como sea posible, Payot, 1969, cita el caso de que niños que llegan incluso a ponerse en cuclillas y a tapar el orificio con el talón, para retener las heces hasta el último momento., luego realizan el acto con una intensa concentración, y se enfadan si se les molesta. Esta tendencia normal en el niño se vuelve e encontrar como rasgo de carácter en ciertas personas en su modo de trabajar., por ejemplo. En estos sujetos existe una clara tendencia a diferir, a retrasar la realización del trabajo hasta el último minuto; luego abordan la tarea con un ardor y concentración intenso y toda molestia es acogida con una viva irritación.

Ø La fijación en este estadio lleva también a rasgos de carácter muy marcados, y que han sido particularmente subrayados por Freud en (Disposición a la Neurosis Obsesiva, 1913, y sobre todo carácter y erotismo anal, 1908). Aparece otro rasgo de carácter: El amor sin moderación del orden y la meticulosidad. Estas personas no pueden soportar que todo lo que les rodea no esté en orden, tambien se puede reflejar bajo una organización patológica, en la Neurosis Obsesiva,[3] formación patológica típica de la fijación en este estadio del desarrollo Psicosexual.

 

Ø Un tercer momento libidinal ([4]) denominado el estadio fálico, que consiste en la transición uretral, es decir el traspaso de la zona erógena anal a la zona uretral, de la defecación a la micción, hace que aparezca una función genital potencial.

En el estadio fálico, el falo fácilmente excitable, manipulable, es del más elevado interés.

El niño, llega al descubrimiento de que todos no poseen pene; pero esta percepción en primer momento es negada, tanto por el niño como por la niña. La falta de pene no es literalmente percibida, o se piensa que la muchachita tiene un pene todavía pequeño que crecerá. Esta negación de lo observado corresponde a una idea de que el niño no puede aceptar todavía, pero que pronto va a manifestarse: El pene estuvo allí un tiempo, pero fue quitado. Esta idea tiene una importancia fundamental en el desarrollo afectivo del niño y niña. Para el niño lo que se evoca es la posibilidad de que un día le suceda a él semejante infortunio: La castración. Para la niña, se trata de la reinvidación de que se le devuelva lo que se le quitó.

Es la fase en la que los órganos genitales adquieren significado de zona erógena, es la fase de la primera masturbación infantil, o de tocamiento genital en ambos sexos.

En esta fase aparece lo que expertos en Psicoanálisis han denominado la Piedra Fundamental, es decir EL COMPLEJO DE EDIPO y EL COMPLEJO DE ELECTRA.

 

Este acontecimiento infantil, está muy vinculado al destino libidinal del niño, con repercusión en el desarrollo posterior, y para Ana Freud un revivir en la Adolescencia.

Para Friedrich W. Doucet, se trata del complejo más importante para el Psicoanálisis; según Freud es el complejo básico de todas las Psiconeurosis. El complejo de Edipo es citado por primera vez en una carta de Freud dirigida a W. Fliess en 1897, en la que le comunica que ha descubierto en sí mismo el enamoramiento en la madre y los celos hacia el padre, y que considera que esta es una experiencia universal que se tiene durante la primera infancia.

Freud eligió la denominación complejo de Edipo «porque su contenido más importante ya aparece en la Leyenda griega del Rey Edipo, cuya representación nos ha llegado a través de un gran drama. El héroe griego mata a su padre y convierte a su madre e esposa. El primer objeto erótico del niño es el pecho materno que le alimenta, este objeto se materializa mas tarde en la persona de su madre, que no solo le cuida, sino que tambien provoca en él otras sensaciones físicas, tanto agradables, como desagradables.

Cuando el niño de dos a tres años entra en la fase fálica del desarrollo de su líbido, recibe sensaciones agradables, por parte de su pene y aprende a agudizar esta exitación por medio de procedimientos manuales, entonces se convierte en el amante de la madre.

Freud indica que la castración, tampoco falta en la leyenda del Edipo, ya que la ceguera de Edipo, como una forma de autocastigo después de ahorcarse su madre, sería una sustitución simbólica de la castración.

En lo que respecta a la Mujer, aparece el «Complejo de Electra.

El siguiente esquema representa, las tendencias del Edipo:

 

  Edipo

 Positivo

1. Fijación en la madre (Ternura Libidinal)

 

2. Hostilidad ambivalente hacia el padre

 Edipo

 Negativo

3. Ternura femenina respecto al padre;

 

4. Hostilidad de celos hacia la madre.

 

Ø El período de latencia.

 

Estamos alrededor del quinto o sexto año, el niño no está maduro genitalmente, de ahí y hasta que la pubertad y sus transformaciones aporten estos medios, se presenta una período llamado latencia, durante el cual la actividad libidinal está de alguna manera dormida.

Los fines sexuales permanecen desexualizados, o en todo caso inhibidos y lejanos.

Este período de latencia no puede considerarse como un estadio propiamente hablando del desarrollo libidinal, sino mas bien como una parada en este desarrollo, hasta que aparece la fase genital propiamente dicha, en donde se alcanza la primacía de los genitales y coincide con la maduración biológica que da lugar al maduración genital y la capacidad de reproducción humana.

De todas las aportaciones al Psicoanálisis la mas extendida- lo que no quiere decir la más conocida, es indiscutiblemente el complejo([5] de Edipo, para los mismos Psicoanalistas, es por su importancia un elemento principal de la teoría y de la clínica Psicoanalíticas. Al final de su vida Freud escribió en (compendio de Psicanálisis, 1938, obras completas Tomo IX): «Me permito Pensar que, sin el Psicoanálisis sólo tuviera entre sus acciones el único descubrimiento del complejo de Edipo reprimido, eso bastaría para situarlo entre las apreciables nuevas conquistas del género humano».[6]

 

 

4. FUENTES BIBLIOGRAFICAS

 

Ø HUISMAN.Denis. Psicoanálisis y Psicología Médica. Plaza y Janes, S.A.     Barcelona, 1979.

 

Ø DOUCET.W. Friedrich. Diccionario del Psicoanálisis Clásico. Nueva          Colección Labor. España. 1975.

 



    [1] HUISMAN, Denis.(1979) PSICOANALISIS Y PSICOLOGIA MEDICA. Plaza y                      Janes.

    [2] Ambivalencia. Concepto Psicopatológico introducido por E. Bleuler para   designar la existencia simultánea de dos sentimientos opuestos con   afectos que se contraponen entre sí, por ejemplo, amor y odi, entre otros.

    [3] Neurosis> Transtorno mental que no afecta las funciones esenciales de   la personalidad y del que el sujeto es tristemente consciente. La  angustia, la obsesión, las fobias y la histeria, son las principales    neurosis. Se manifiesta en un malestar afectivo o social, trastornos    del sueño y de la sexualidad entre otros síntomas. Implica drama y   conflicto interior.

    [4] Libido. Término que introdujo Jung para designar la energía Psíquica   del deseo. Durante el crecimiento esta energía instintiva se localiza  en ciertas zonas erógenas.

       Del Latín libido, Apetencia, placer, concepto utilizado por Freud para          designar la energía pulsional sexual, según Freud está anclada en una  forma biológica en las células del cuerpo.

    [5] COMPLEJO: Concepto para designar grupos de representaciones afectivamente cargadas en el inconsciente, lo único característico es  la carga afectiva de las representaciones unidas entre sí, según las  diversas leyes asociativas.

    [6]Op. Cit. P.204

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