salud mental

LOS JOVENES DE HOY

12.06.2011 14:12

 

LAS CULTURAS JUVENILES EN EL FIN DE SIGLO

Fundamentos de la reconstrucción de la escuela(1)

 

 

Marco Raúl Mejía j.

CINEP – Colombia

 

“Todos estos procesos de expansión simbólica, apoyados fuertemente en los medios, aunque también se estructuren en

otros circuitos, conforman uno de los centros de la problemática

 de desestructuración y estructuración de identidades,

problemática que tal vez es captada de manera realmente nueva

 en la cultura de los adolescentes, que ya han integrado en sus

proyectos de la crisis, la incertidumbre, el peligro cotidiano, la

negociación y el cruce entre la autenticidad y la construcción de

lo verosímil”

 

Anibal ford 2

 

Esta cita sirve bien para plantearnos los problemas que tenemos que abordar los educadores en las postrimerías de este siglo para entender el fenómeno juvenil, ya que en él van a estar muchas de las claves para que nuestras escuelas se actualicen y sean vigentes para un mundo que desde la especificidad de los jóvenes le plantea serios cuestionamientos.

 

Para desarrollar esta temática, trataré de trabajar en un primer momento la manera como el conocimiento transformado en el final de siglo no sólo modifica la escuela, sino de una forma mucho más profunda, por el uso técnico en la vida cotidiana transforma los imaginarios de jóvenes y adultos, pero en una forma más directa las de quienes habiendo nacido en los últimos 15 o 20 años sufren en forma directa el influjo de los procesos que se desatan en el lenguaje.

 

Por eso en un segundo momento trataré de mostrar que las modificaciones más profundas se producen en el lenguaje, haciendo que muchos de los instrumentos tecnológicos terminen convertidos en herramientas culturales que recomponen la interacción en los procesos de intervención social y escolar y allí con mucha fuerza emergen la virtual3 o lo digital como un nuevo lenguaje que reestructura desde las valoraciones hasta los comportamientos.

 

Posteriormente trataré de trabajar la manera como los jóvenes se convierten en cuerpo visible de estas nuevas transformaciones, que como en la cita con que encabezo este texto, trae ya integrados los procesos de crisis, de incertidumbre, de tal manera que esas transformaciones, que para nosotros significan rupturas, para ellos significan parte de su identidad.

 

Para finalizar, quiero plantear cómo la única posibilidad es reorganizar una escuela que reconociendo estos elementos viva una nueva manera de la interacción escolar y por eso propongo la negociación cultural como parte de un proyecto pedagógico que esté dispuesto a negociar con esos nuevos imaginarios culturales y sociales en los cuales está enraizado el joven de hoy.

 

 

1.      CAMBIOS Y REORGANIZACIÓN DE LA SOCIEDAD 4

 

 

A.        Cambios en el conocimiento

 

Existen muchas clasificaciones para mostrar los cambios que se han producido a nivel productivo en la historia de la humanidad. De los 100 mil años que tiene nuestra especie con su actual forma física sobre la tierra, hace sólo 20.000 se logró una codificación en las cavernas de unos primeros elementos de reflexión, hace 6.000 se produjeron los primeros jeroglíficos con mensajes, hace 5.000, los navegantes fenicios organizaron las primeras formas del alfabeto, y hace 1.000 años, tomó perfil la lógica en las matemáticas.

 

Algunos autores plantean que hemos vivido cuatro profundas revoluciones productivas: La primera, el paso del nomadismo al sedentarismo que trae como resultado la agricultura; Segunda, la utilización de los metales (neolítica) que da la posibilidad de la rueda, la metalurgia y la irrigación; La tercera, la del vapor, que nos lleva a la revolución industrial mecánica, a las máquinas textiles, a los elementos mecanizados; y la cuarta, a la que asistimos hoy, la de la microelectrónica. Es decir, que en un promedio de 100/120 mil años, hemos vivido cuatro revoluciones productivas que han producido profundas transformaciones en las maneras de concebir, organizar y pensar la sociedad y el mundo.

 

Esas modificaciones deber ser miradas de manera integral, esto es, como procesos de generación, discusión y utilización de los conocimientos, que se hacen visibles en la modificación y expansión de las actividades productivas, bienes y servicios, para satisfacer las necesidades de los iŮdividuos y de las sociedades. Esta situación se manifiesta en la transformación de la base tecnológica, dotando a los grupos sociales no sólo de respuestas organizadas para responder a los desafíos del medio ambiente físico y social, sino a demás, de lo que pudiéramos llamar una “lógica del pensamiento” determinada, que genera una serie de conocimientos con los cuales se explican los fenómenos naturales, tecnológicos y sociales y se trata de dar un sentido a la existencia humana.

 

Los elementos anteriores, así evolucionen a diferentes ritmos, nos permiten hablar de cambio. En el momento que ellos comienzan a transformarse, podemos decir con certeza, que estamos frente a un cambio de época. En ese sentido, todas nuestras herramienta de pensamiento, el lenguaje, los textos, las lógicas, -que implican una destreza adquirida desde la cual se construyen los modelos mentales y comunicativos- nos permiten generar los elementos con los cuales pensamos y expresamos con mayor efectividad y mayor nivel los procesos del pensamiento.

 

Una de las características de nuestra época, es que el conocimiento se convirtió en factor productivo por excelencia, con fenómenos de concentración y acumulación tecnológica basados en la intensidad del conocimiento tecnológico. Como bien lo dice Gorostiaga5 “Esta concentración del capital corresponde al carácter de la nueva revolución tecnológica, donde el ciclo de acumulación del capital depende cada vez menos de la intensidad de los recursos naturales y del trabajo, e incluso de la intensidad del capital productivo, para concentrarse en un acumulación tecnológica basada en la intensidad del conocimiento. (....) la repercusión de este fenómeno ha llevado a una desmaterialización creciente de la producción donde cada vez se requiere menos materias primas por unidad de producto. Para el caso japonés se ha dado la reducción de un 33% del uso de materias primas en relación con el producto en los últimos 20 años”.

 

Uno de los lugares más visibles de este proceso es la informatización, en el cual la mercancía “información” asume un valor cada vez más alto y pierde progresivamente su dependencia con respecto al lugar y el tiempo. Esto se hace visible en el incremento del porcentaje del sector servicios en el PBI de los países, en el aumento de los trabajadores de cuello blanco y en el volumen de negocios en la industria electrónica, entre otros. Y pudiéramos decir también en la velocidad con la cual se da la incorporación de las nuevas técnicas que afectan todas las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Por ejemplo: en 1.881 se inventó el teléfono, pero para hacer su difusión masiva se necesitaron casi 120 años. Hoy, la velocidad de la difusión nos plantea que esos medios llegan mucho más rápido a la vida cotidiana de las personas.

 

Así, lo digital, propiciador de la informática, de la imagen, etc., se constituye en la tecnología intelectual dominante, dando lugar a nuevas formas de conocimiento y por lo tanto a nuevas formas de la memoria. Las tecnologías derivadas de esta revolución en el conocimiento, no son simples herramientas instrumentales –aunque muchas de ellas puedan actuar como herramientas-; es decir, la computadora puede actuar como máquina o como lenguaje, abriendo la perspectiva de una nueva lógica en el conocimiento. Para algunos autores, estamos frente al proceso de tránsito de lenguajes entre la oralidad, la estructura y el lenguaje digital, 6 aun en donde la tecnología, en cuanto semántica, posee cuatro funciones básicas: cognoscitiva, deóntica (de espacio transformador, de poder), expresiva y estética.

 

En nuestra sociedad existe la tendencia a mirar este proceso como si fuese autónomo, aislado, con vida propia, independiente de las relaciones sociales que lo producen; se genera así un olvido de las relaciones sociales que estos procesos desencadenan, y la verdad sea dicha, ellas deben ser repensadas en un contexto mucho más amplio donde estén consideradas la ciencia, la tecnología, el uso técnico y la sociedad, produciéndose una reorganización del poder dándose unas nuevas relaciones sociales en la sociedad, en las cuales el control de la investigación de punta para ciencia y tecnología va a marcar parte de las nuevas diferencias. Por eso es tan importante ver la ciencia y tecnología y su uso técnico como parte de la cultura de la época, evitando una mirada mítica sobre ella.

 

Los cambios más notorios que nos hablan de una nueva época, se presentan en las transformaciones del saber y del conocimiento y en su aplicación en la vida cotidiana de mujeres y hombres del planeta. Dichas transformaciones son visibles en los cambios tecnológicos de la electrónica, la cibernética y la ingeniería genética, operativizados hoy a través de los servicios personales, la tecnología doméstica e industrial, las computadoras, la bioagricultura y las telecomunicaciones, la biolinguística, la investigación genética y química en computador, etc.

 

Para el mundo educativo estos cambios han implicado profundas modificaciones que hasta el momento no han podido ser comprendidas, asimiladas y adaptadas. Nos encontramos en el horizonte educativo, enfrentados a la plena vigencia de los modelos pedagógicos y específicamente didácticos que colocan su fuerza en el “aprender a aprender”. Desde estos modelos, se replantean los procesos de enseñanza que no tienen una virtualidad de praxis ; es decir, aquellos que no son capaces de impulsar una reorganización de los esquemas previos y , por que no, que no agencian desaprendizajes de aspectos y procesos plenamente introyectados.

 

Son estos procesos interiorizados, los que nos permiten funcionar en el inmediato presente, pero también los que nos hacen menos flexibles a entender que cada vez más, existen aprendizajes diferenciados: aquellos surgidos de mi propio saber, o aquellos que surgen desde mi grupo inmediato, o los que emergen a partir de los saberes socialmente acumulados. Sin duda, estas consideraciones hacen mucho más compleja la actividad educativa. Es decir, que siempre el aprendizaje es recontextualizado, dado que ciencia y tecnología son inseparables de la cultura, produciéndose la endogenización de éstas, ya sea por los países, por las poblaciones, por los grupos humanos, por las personas o por los alumnos (as) o profesores (as) en las escuelas.

 

La velocidad de los cambios también afecta la manera como se da el conocimiento. Cada vez más, asistimos a una competencia educativa que no sólo requiere investigación y enseñanza, sino que aceleradamente exige información actualizada como componente básico de ese conocimiento; no obstante ella encarna el peligro de desplazar la profundidad del conocimiento y, en sociedades como las nuestras, de “intoxicar” de información, lo que trata de ser trabajado hoy desde los computadores en los llamados hipertextos de lectura no lineal.

 

 

B.        La reestructuración cultural.

 

 

Un segundo aspecto a considerar en este cambio de nuestra época, es la profunda reestructuración cultural en la cual nos encontramos y que nos ubica frente a nuevas formas de socialización, producto a su vez del surgimiento de nuevas formas de saber enlazadas a los comportamientos sociales. Esos procesos de socialización implican formas de representar y de entender diferentes, mucho más ligadas al mundo de la imagen.

 

Hoy, la imagen es el fenómeno que vehicula gran parte de la información que se nos entrega. Muchas de las personas que no pasaron por la escuela parecen conectadas al mundo simbólico gestado en y desde la imagen. El informe CEPAL-UNESCO 7 muestra que en América Latina el promedio de escolaridad es 6,8 años y que tenemos un televisor por cada 3 habitantes. Es decir, que la universalización buscada por la escuela está siendo lograda cada vez más y con mayor éxito, por la imagen. Esto ha llevado a los maestros a encontrarse en su quehacer cotidiano con lógicas y procesos de saber que no figuraban en su libreto, lógicas que producen en ocasiones un choque con el saber escolar.

 

No podemos negar que esto ha cambiado el lugar asignado al mundo de la imagen; ya no es sólo el lugar de la diversión; ahora ocupa un espacio central en la construcción de procesos de socialización por los que ella es ahora uno de sus más importantes agentes. La imagen crea y transmite valores, modelos de vida, patrones de gusto y hábitos; transformando nuestras prácticas culturales de una manera tal que sólo apenas atinamos a incorporar en nuestros análisis.

 

En muchos casos, la imagen implica procesos de intervención intencionada, que adquiere institucionalización en los lenguajes del medio, con claras intenciones de construir acciones sociales de aprendizaje8   en cuanto reestructura y reorganiza sus prácticas sociales y culturales, produciendo un acto específicamente educativo en procesos antes analizados como informales.

Lo anterior implica que nos encontramos frente a un nuevo orden simbólico que se caracteriza por un gran consumo de signos e imágenes, pero ante todo, que nos encontramos frente a una profunda semiotización de la vida cotidiana, procesos éstos construidos en la nueva industria cultural transnacionalizada. Lo interesante de estos hechos, es que esa reorganización/reestructuración cultural trae aparejados unos cambios en las formas de VER-SENTIR-CONOCER-REPRESENTAR-APRREHENDER-AMAR.

 

Esto significa un cambio radical para nuestros intereses educativos, ya que no sólo debemos actualizar códigos y lenguajes, sino además, entender lo nuevo de estas formas culturales de representar e interesar. El conflicto que siempre entendimos entre grupos populares y grupos academizados, hoy se desplaza al grueso de la sociedad en un horizonte de cambio cultural.

 

Además, para nosotros, que siempre trabajamos en el horizonte de participación como clave para restaurar una democracia nueva, se nos empieza a hacer conflictiva y a diluir esa idea, ya que la nueva mediación entre los actores sociales comienza a realizarse cada vez más en un mercado de mensajes que se producen industrialmente: ¿ Cómo vamos a intervenir en él?, ¿Cuándo se pasa de ser ciudadanos a ciudadanos consumidores de mensajes?, ¿ Cómo nos vamos a representar allí?, ¿Cómo se van a representar los más débiles?, ¿A caso la descentralización y la participación local no contienen la trampa de un nuevo autoritarismo tecnocrático que define lo micro? Como dice García Canclini: “La simple restauración de la vida democrática no resuelve los problemas básicos del desarrollo, ni siquiera de cómo participar”.9

 

 

Algunos autores10 Plantean que en esta nueva búsqueda cultural se producen unos cambios notorios en los siguientes aspectos:

 

·         Se abandona la ética laboral calvinista y se avanza hacia un auto-entendimiento hedonista más expresivo del individuo.

·         Se abandonan las organizaciones solidario-colectivas del trabajo social por procesos más de competencia y de lucha por representar los status individuales;

·         Se opera un cambio de esa obediencia incuestionadora del Estado, por un malestar y una postura crítica frente a las instituciones sociales,

 

La irrupción de una serie de trabajos de análisis en estos temas, muestra que la problemática inquieta en gran medida. Hay trabajos que nos hablan de los cambios que se producen en los valores presentes en los procesos interculturales11   y en la juventud; otros, que se refieren más al papel de los mas media en construcción de nuevos imaginarios y en la reorganización de las culturas12 ; otros que enfatizan en los procesos de modernidad, desde la perspectiva que ella tiene para nuestros contextos -híbridos culturales- y en la manera como la posmodernidad europea hace presencia en nuestro medio 13 ; y, finalmente. Otros que analizan la forma como se presenta en nuestros países una modernización sui generis.14

 

Si algo van dejando en claro los nuevos Movimientos Sociales que se han venido desarrollando, son los aspectos culturales que otorgan un hilo conductor a muchas de sus reivindicaciones; y en ese sentido, lo cultural se convierte en campo de batalla que va a permitir una organización social coherente con las nuevas épocas.

 

Como bien lo afirma Agnes Heller, “ ¿Por qué existe la creencia generalizada de que “los movimientos han desaparecido”, de que lo últimos cuarenta años han sido un período en el cual no ha ocurrido nada? Tal vez se deba a que estamos demasiado acostumbrados a la Historia, como historia política. Y, sin embargo, por encima de todo la historia es social y cultural. Es la historia de la vida diaria de los hombres y de las mujeres; si se observa de cerca esta historia, revelará cambios decisivos que induzcan una revolución social... no han alterado el navío, pero sí han cambiado el océano en que éste navega”15.

 

Quizás, el reto más fuerte que se nos presenta es el de tener capacidad para hacernos las nuevas preguntas en la nueva lógica de la época, de tal manera que desde allí, sea posible trazar el nuevo tejido social que una lo público y lo privado par recomponer un nuevo interés social y una responsabilidad colectiva, coherentes con los cambiantes tiempos. En ese reto esta también planteado buscar la posibilidad de participar en el proceso de organización de la política, encontrando las nuevas formas de representación simbólica y el encuentro, configuración y determinación de los nuevos interese, metas y medios.

 

 

C.        Ciencia y tecnología en la reestructuración.

 

Los factores científicos y tecnológicos se constituyeron en elementos centrales de la reorganización capitalista en la década del 70 y significaron en alguna medida los factores básicos que sacaron de la crisis a este sistema económico y político en su última pugna con el socialismo real. Fue esa capacidad de trasladar a la industria del consumo masivo todo el conocimiento y tecnología acumulados en la industria de guerra y espacial del período de la guerra fría, la que podríamos decir que le permitió reorganizar el proceso productivo, facilitando una disminución de los costos por producto, una masificación de ciertas formas de consumo, y un mayor aprovechamiento de la capacidad instalada, generando una mayor capacidad productiva. Es decir, que ciencia y tecnología se desarrollaron en este final de siglo condicionados por los intereses sociales y las fuerzas sociales que los impulsaron, construyendo una organización social en donde al colocarse ellos como centrales en el nuevo proceso productivo, y construyendo nuevas formas del trabajo, reorganizaron las relaciones sociales y gestaron un capitalismo que requería de otras condiciones y hacía caducas las miradas interpretativas tanto   afirmativas como críticas de él, así como los mecanismos con los cuales se debía intervenir en la sociedad.

 

Estos cambios, que son los de la microelectrónica asociada a la informatización y a la microbiología en la ingeniería genética, permitieron tanto la creación de nuevos materiales que desplazaron antiguas materias primas, como el hallazgo de nuevas fuentes de energía que hicieron posible la sustitución de una tecnología rígida por una tecnología más reflexible en la organización de la producción y de la nueva empresa. Y el cambio radical en esta nueva estructuración va a ser el predominio de la información sobre la energía, en lo que algunos autores comienzan a llamar “ la tercera dimensión de la materia” (energía y masa sería las otras dos) 16

 

Estos elementos van a mercar una serie de características que permiten hoy la concurrencia entre proceso productivo, organización social, aparato educativo, y creatividad. Pudiéramos señalar que las principales características de esa forma productiva de final de siglo serían:

 

·         Una automatización de procesos que hacen visible la difusión de la informática como nueva tecnología

·         Un ahorro en el capital de trabajo que va a   hacer posible su traslado en inversión tecnológica para la mejor de calidad de los productos;

·         Un nuevo origen tecnológico de las materias primas que permite el control exclusivo de algunos procesos productivos;

·         Una flexibilidad para el cambio permanente que facilita una actualización de diseños y modelos según los requerimientos sociales y la velocidad productiva;

·         Una reducción de los componentes electromecánicos hacia procesos de máquinas inteligentes;

·         Una competencia tecnológica más intensa generada en la necesidad de actualización para el cambio en productos y procesos;

·         Una reestructuración de los procesos de gestión y de las estructuras organizativas de las empresas.

 

Estos elementos traen como consecuencia, la degradación de los puestos de trabajo anteriores y una reorganización basada en diversos aspectos así:

 

·         Exigencia de una nueva capacidad de los/las trabajadores/as en términos de iniciativa.

·         Toma de decisiones

·         Compresión global del proceso en el cual está insertos, que les permite participar y estar presentes en cualquier lugar de la producción

 

Es decir, este proceso significa una reorganización en el mundo del trabajo que va a afectar por igual los instrumentos con los cuales la sociedad forma a esos/as trabajadores/as.

 

Este cambio global de la sociedad nos lleva a una conclusión en la cual las modificaciones han afectado no sólo los diferentes procesos de intervención en ella, sino también los procesos de socialización generando nuevos imaginarios y una reorganización de los procesos del pensamiento a partir de las herramientas con las cuales se organizan los procesos del conocimiento y de la comunicación.

 

 

I.                   MODIFICACIONES EN EL LENGUAJE Y EL CONOCIMIENTO.

 

 

El desarrollo del ser humano se produce en contextos específicos, en los cuales la interacción con otras personas lo lleva a una socialización de procesos y a usar instrumentos culturales para desarrollarse en la sociedad. En esas prácticas sociales específicas utilizamos esos instrumentos que nos han sido legados en el largo proceso de hominización y que son transformados de acuerdo a los desarrollos específicos del momento histórico y cultural en el cual vivimos. Y es ahí cuando aparecen las herramientas materiales o conceptuales con las cuales transformamos la realidad.

 

 

D.        Las herramientas mediadoras

 

 

Así el desarrollo de las facultades mentales del ser humano va a tener un componente de tecnologías intelectuales o de lo que Brunner y Foucault han llamado la “caja de herramientas” de la cultura, en la cual los seres humanos expresan sus facultades mentales utilizando los medios dispuestos a su alcance en una apropiación de la historia de la humanidad. Igualmente, Vigotsky va a plantear que existe una mediación en el desarrollo de los procesos internos de la mente de instrumentos culturales.

 

Es decir, el desarrollo del pensamiento siempre es posible porque existen unas herramientas mediadoras que a la vez que transforman el objeto producen cambios en el sujeto que los utiliza como mediación (sistemas simbólicos), produciendo una transformación en los procesos mentales y en el funcionamiento mental. Esto va la llevar a que operen como mediadores. Por eso, la naturaleza de los procesos mentales no puede entenderse sin la comprensión de estos instrumentos y signos que van a cumplir ese papel de mediación.

 

Va a ser precisamente la comprensión de esas herramientas la que va a permitir descubrir los nexos entre realidad, pensamiento y las mediaciones que se producen en aquello que Vigotsky había denominado la “zona de desarrollo próxima”17, que va a hacer posibles las interacciones educativas y los logros en ella. Allí se va a dar el despliegue de las herramientas para garantizar que la actividad se desarrolle de manera significativa.

 

E.        Herramientas culturales

 

Estas herramientas no corresponden a un proceso de opción individual sino a una opción dentro de un inmenso repertorio que a los seres humanos nos va a entregar la cultura. Brunner18 Plantea la negociación cultural en la cual se recoge los instrumentos de mediación de diferentes grupos humanos o de sujetos para lograr un acuerdo sobre los instrumentos de mediación, lo que significa que para usarlos estos deben estar interiorizados. Este elemento hace que la inteligencia sea una construcción social, siendo desde esa interiorización que tiene cada uno de las herramientas de su época el lugar desde el cual se inicia cualquier juego comunicativo.

 

La inteligencia va ser la internalización de las herramientas que ofrece una determinada cultura y ésta va a permitir el desarrollo de ella y de sus diferentes elementos científicos y tecnológicos en cuanto éstos no son más que una forma de la cultura de la época.

 

Autores como Goody, Havelock, levy19 plantean que el pensamiento que actualmente llamamos “lógico” corresponde a un estadio intelectual reciente totalmente ligado a la escritura alfabética y a un especial tipo de aprendizaje. Es decir, que funciona con herramientas de un período histórico y cultural muy preciso.

 

Estos autores nos muestran cómo en el transcurso de la historia de la humanidad éstos aspectos se hacen visibles por ejemplo en la discusión de la filosofía con la poesía en la antigua Grecia, que es un poco del mismo tipo de la reciente que sostiene la ciencia y la tecnología con la filosofía. Estos elementos nos muestran cómo hay confrontación de pensamientos y herramienta en determinadas fases históricas en las cuales se produce un transito como el que actualmente sucede entre los procesos que han sido organizados en función de la escritura. Este aspecto es común para el pensamiento racional, sea positivista o crítico de cualquier vertiente, mostrándonos que nuestras herramientas de pensamiento desde el lenguaje hasta la lógica son destrezas adquiridas que van a permitir la construcción de ciertos modelos mentales con un nivel más amplio del pensamiento simbólico.

 

Es decir, nos encontramos ante nuevos procesos de reclasificación y reorganización de nuestro pensamiento y de nuestra memoria, tanto al nivel de habilidades cognitivas como de comunicación. Por eso podríamos afirmar que los procesos comunicativos y las tecnologías van a resignificar y repotenciar la experiencia humana.

 

Por eso el problema no va a estar ubicado en acercar lo tradicional a los nuevos lenguajes, sino en la capacidad de preguntarnos por un nuevo tipo de representación. Pudiéramos decir, es apostarle a entender el alcance de esta nueva “escritura” a la cual nos estamos acercando. Ello significa comprensión de esa nueva lógica para poder entender a los actores que construyen su mundo más referenciados allí y exige de nosotros, como educadores, construir esa zona de aprendizaje próxima para posibilitar que el acto comunicativo del acto educativo realmente ocurra. Pero para ello es necesario reconocer en nuestro proceso histórico esos lenguajes y esas lecturas, Mirémoslo con detalle.

 

 

F.         Lo oral y lo escrito

 

 

Estas dos formas que antecedieron a una forma de entender y narrar el mundo tienen unas particularidades que deben ser examinadas para poder darle ingreso en la transición de final de siglo a los elementos de la inteligencia artificial, que como tecnología comienzan a tener comportamiento de un nuevo lenguaje y una nueva escritura.

 

1. La oralidad. Este proceso, el más antiguo, que algunos investigadores ubican entre hace 40.000 y 60.000 años, tiene su base en los signo mnemotécnicos, es decir más fáciles de descifrar.

 

El conocimiento es proporcionado por la representación de lo sentido e intuido. En ese sentido, su pensamiento es situacional, es decir, tiene una estrecha relación con formas de percepción y de conocimiento no lingüístico. Por eso va a requerir en muchas ocasiones de la gesticulación como lenguaje no verbal que ayuda a su comprensión. Luria, el Psicólogo ruso, encuentra en este lenguaje una dificultad para desarrollar un autoanálisis.

 

Su tiempo es circular. El curso de las cosas revierte sobre sí mismo de manera permanente. Los procesos cósmicos y sociales que siempre regresan son en alguna medida la manifestación de la manera como comunican oralmente el saber. Por eso el papel de las generaciones es mantener los mitos y los ritos que no se pueden perder y deben repetirse. Como no tienen referencias, las cosas cambian y si los enunciados se alteran, nadie a excepción de los viejos mide sus derivaciones , ya que no tienen un punto de apoyo.

 

Su música es repetitiva, con variaciones complejas. En la oralidad se van a manifestar en el recitado y en la narración que adquiere su saber, y allí el mito los entrelaza haciendo presente el pasado del héroe.

 

Sus instituciones o entidades social están personalizadas y ellas tienen poder de decisión, y en alguna medida de guardar la memoria que está en gestos, danzas, en donde lo que se transmite es escuchado, actuado y repetido por personas y comunidad.

 

Su enseñanza básica es a través de la memoria, la poesía, el recitado de mitos, buscando más mantener la memoria social que permitirá la libre interpretación de los sujetos.

 

Se reconocen dos formas de oralidad la primaria, que es aquella en la cual la palabra existe antes de que una sociedad haya adoptado la escritura, y una oralidad secundaria cuando ya la palabra es complementaria de lo escrito.

 

Havelock plantea que Socrates es la transición, ya que utiliza un vocabulario síntesis y conceptual ajeno a la oralidad primaria, por lo tanto propone el nacimiento de la filosofía en el pasaje de una cultura oral a una cultura escrita. Platón en el Fedro muestra una desconfianza en la escritura, pero sin embargo, hace un rechazo del saber poético de tipo oral que transmiten Homero, Hesodo y los trágicos. Es decir, la “ escritura”, simulando la palabra, minó las bases de la cultura oral.

 

2.      La escritura: Esta se reconoce como surgiendo 5.000 años atrás en las ciudades-estados de Mesopotamia ( Cercano Oriente ). S base con los signos fonéticos y la alfabetización.

 

Cuando los textos hablan, su conocimiento busca la unidad, la esencia y la verdad a través de un pensamiento categorial con gran capacidad de autoanálisis y por lo tanto el saber se vuelve disponible, archivado, consultable, comparable, llevando a una búsqueda desaforada de la verdad, ya que la objetividad de la memoria separa el conocimiento de la identidad personal y colectiva.

 

Su tiempo es lineal e histórico, ya que permite un orden secuencial, su cronología es visible en los monumentos y las páginas aumentando casi al infinito el cuerpo transmisible y construye una memoria desprendida del sujeto y la comunidad quebrando la circularidad de la oralidad. Por eso la fecha, la huella, la referencia fija va a permitir el nacimiento de la historia. Los personajes van a ser referidos a ideas o principios transformando los personajes y los héroes de la oralidad en conceptos, lo que va a permitir el desarrollo de un pensamiento del ser.

 

Su música se identifica con la partitura, es decir, una estructura abstracta sobre el papel. La poesía y el canto perdieron su función mnemotécnica y de transmisión de saberes para conservar su valor estético. La prosa se va a dar en el desarrollo de la filosofía, de las ciencias, de la historia y del derecho. Esa prosa nos acerca a las fechas, a un tiempo acumulativo, lineal, con cuadros de cifras, con códigos, con sistemas filosóficos..

 

La enseñanza se convierte en un examen de ideas, a veces diferenciadas pero en búsqueda de la verdad, es decir, el texto escrito se convierte en la clave para la transmisión del saber y de la creación y esto se consolida cuando se pasa de la ideografía al alfabeto y de la caligrafía a la imprenta, en donde saber escribir no es simplemente una habilidad, sino que se convierte en un mundo compartido más abstracto que el de las interacciones cotidianas.20 

 

G.        El advenimiento de lo digital

 

Pierre lévy propone considerar todo el proceso gestado en los computadores y en la microelectrónica como una tecnología intelectual. El planeta que el advenimiento de estos fenómenos de la inteligencia artificial es comparable al de la escritura y que está afectando la mayoría de nuestras actividades cognitivas. Del mismo modo que el uso técnico que se viene haciendo de éstos elementos incorporados en la vida cotidiana, nos muestra que la vieja disociación ciencia-tecnología-uso técnico que ser recompuesta de otra mmanera.21

 

Los principales elementos que permitirían ver este fenómeno serían:

 

1.      Maquinas que trabajan en textos reemplazando la lectura y la escritura (máquinas     inteligentes)

 

2.      Telemática y banco de datos, que desplazan la memoria.

 

3.      La síntesis numérica y la infografía, que permiten la elaboración y codificación de imágenes.

 

4.      El acto del lenguaje en sí mismo, que es desplazado por las máquinas y los idiomas semimecánicos (software) y los sistemas icónicos.

 

5.      Tareas de concepción, decisión, precisión y organización que se hacen posibles a través de todos los instrumentos de la inteligencia artificial.

 

Es decir, estamos ante una redefinición práctica de las actividades cognitivas en la cual la inteligencia artificial, siendo un artificio, instituye a la inteligencia humana y se constituye ella, La inteligencia artificial, como histórica. Al decir de Lévy, “la inteligencia simulada por las computadoras, no es la perspicacia concreta y focalizada de la oralidad, sino el entendimiento formal y abstracto de la cultura escrita.”

 

1.      Posible por lo digital.  En el emerger de las nuevas herramientas o tecnologías de la inteligencia, existe una técnica que para algunos autores poco a poco se ha ido convirtiendo en el lenguaje y es lo digital como forma que vehiculiza el paso de los procesos entre las máquinas y las realidades que emergen de ellas. Es decir, en ese lenguaje que se constituye en el surgimiento

de la inteligencia artificial, nos lleva a entender que la imagen, los computadores, las realidades virtuales, la telemática, etc., son posibles por la existencia de lo digital.

 

Por ejemplo, la imagen ya no responde al dictado del mundo natural, sino a unos postulados abstractos, discursivos y libres de la mente. Esto convierte a la imagen en alternante, que goza de la omnímoda arbitrariedad del signo gráfico, se desatiende de la literalidad que lo referencia, es decir, es la superación del discurso audiovisual tradicional, que ya no es la imagen-movimiento, ya que lo que se recompone no es el objeto si no el movimiento mismo.

 

La imagen construída en lo digital se margina de los compromisos con el contexto y con la ideología, produciendo un intratexto permitiéndose el lujo de destrozar la integración formal y la identidad significativa, generando un nuevo universo de percepción y conocimiento. Curiosamente, su narrativa va a ser una representación simplificada que siempre tiene por objetos fenómenos complejos y allí los relatos digitales muestran que sus textos tienen rotación con un nuevo contexto. Es decir, sus imágenes son símbolos y síntomas de una nueva cultura (función iconológica), y sus indicios muestran que también allí hay una particular visión del mundo, no conjeturada en procesos anteriores (nueva función ideológica).

 

El tiempo tiene la apariencia de ser muy real, porque se cree que los bancos de datos el trabajo de acumulación y de conservación que ha sido realizada en la escritura dejando la sensación de que todavía tienen nexos con el escrito. Sin embargo, en su función, el banco de datos tiene los conocimientos que pueden ser utilizados con sentido práctico, especializado. Es un informe para él/la especialista, donde se toma sólo lo que se necesita y su núcleo es una evolución sin límites que no necesiten en mi memoria.

 

Levy dice que dos tercios de los datos actualmente almacenados en el mundo tienen información económica, comercial y financiera de carácter estratégico. Esto es, una información confiable, rápida, para tomar la mejor decisión, sentido totalmente diferente al acumulativo del texto escrito. Es decir, estamos ante un tiempo puntual gestado en el nuevo lenguaje.

 

La memoria desaparece en la forma anterior, en cuanto queda objetivada en los dispositivos automáticos, separada del cuerpo y de los hábitos colectivos, no busca la verdad, sólo le interesa la rapidez en la ejecución y la celeridad en el cambio operativo. Plantean estos autores que aca el ser filosófico y la historia quedan subsumidos en la rapidez y en la aceleración. El pensamiento se va a dar en un nuevo espacio expresivo, en donde el elemento es lo central, lo opuesto al medio, es decir, en lo digital hay una transformación del proceso alfabetizador y un cambio radical en la forma de pensar.

 

Por ejemplo, hay una temporalidad por la electrónica, en la que se controlan todos los aspectos del texto, en donde están conectados todos los conocimientos a través de un código único y en donde la abundancia de posibilidades dinámicas cambia la fijeza de la formulación contemplativa de las ideas. Esto es, velocidad y multiperspectividad. Esto es lo que ve el/la joven o toda persona que se sienta frente a la pantalla.

 

Esto constituye también el fin de las verdades autovalidantes, que crean un contexto de negociaciones interminables, de referencias cruzadas, de sincretismos, permitiendo una cierta emergencia de lo diverso. En ese sentido, lo digital cambia el soporte de lo escrito, así como las maneras de acceder a él, ya que busca en esa multiperspectividad ligar todo con todo, (el hipertexto22 es un buen ejemplo). Estos dos elementos afectan la lectura y la manera cómo se produce sentido creando, necesariamente, otros valores.

 

2.      Cambios fuertes frente a miradas anteriores.

 

Si pudiéramos sintetizar, que existen lugares en los cuales esta entrada de lo digital transforma la lógica de los procesos escritos y orales (siguiendo a García Jiménez).

 

a)      Innumerables puntos de vista sobre el objeto. Es una especie de entrada de la escuela cubista en pintura, en la cual algo puede ser visto en distintas dimensiones, extendible a todos los puntos de vista posibles y en ocasiones simultáneos.

 

b)   Una imagen sintética que destruye la primacia cultural del concepto. Siempre, desde el renacimiento, la perspectiva había planteado que sólo podíamos percibir cada vez una parte del objeto y que percibir la totalidad era imposible, ya que ella se halla fragmentada obligatoriamente en el tiempo. Acá la imagen focalizada va a ser la esencia del fenómeno narrativo, transformando la mirada.

 

c)    La imagen asume funciones narrativas, convirtiendose en objeto de una función lingüística. Curiosamente, el lenguaje del computador no tiene relaciones de sentido con la imagen que se construye, a pesar de que la articulación de imágenes depende de un acto de computación.

 

d)   Es un conocimiento de naturaleza operativa. Es decir, hay una pérdida de cierta gratuidad de él y son incorporados en los sistemas informáticos con fines operacionales, buscando optimizar los procedimientos de gestión. En ese sentido, es diferente del conocimiento teórico y del saber hermenéutico, más ligados a la escritura.

 

e)    Trae una nueva situación comunicacional, En cuanto hay una innovación en las condiciones de producción de difusión y de consumo de los productos de ficción que consume. Curiosamente, los supranarradores de lo escrito se han despersonalizado, pero se han ampliado, haciendo que los filtros, las consignas ocultas, estén más disimuladas en cuanto a la difusión y el consumo, haciendo que la libertad humana cumpla otro papel.

 

f)    La acción sustituye el discurso. Esta va a resultar de la eficacia operativa de la imagen, construida en un entorno artificial pero que logra crear en el espacio del sujeto el lugar, del espectáculo, logrando convertir esa actividad en la verdadera representación y dando paso a una nueva disposición de la estética.

 

g)   Se avizora un nuevo paradigma. Wittgenstein, en sus investigaciones filosóficas, había planteado que la COMUNICABILIDAD aparecía como un elemento nuevo, aplicable a la investigación del comportamiento lingüístico. Esto ya es una realidad en lo digital, en cuanto las reglas de ella están construidas en otra lingüística  de la comunicación y de la acción representada.

 

Estos elementos anteriores nos ponen de manifiesto que asistimos a una transición mucho más fuerte que un simple cambio en procesos de teorías ya que asistimos a otra manera de posicionarse las representaciones y los modelos narrativos23

 

 

C.      LOS JÓVENES, CORPOREIDAD DE LAS NUEVAS TRANSFORMACIONES 24

 

Si bien las huellas de la manera como se manifiesta lo nuevo son apenas perceptibles, existen lugares en los cuales se hace mucho más visible, por la manera en que la vida y el contacto cotidiano con las creaciones de lo digital, los coloca a representar esas nuevas formas que apenas emergen.

 

El/la joven de hoy encarna la materialidad corporal del cambio de civilización, de reestructuración cultural y de nueva subjetividad. Es decir, expresan a través de sus representaciones la manera como los cambios de la época construyen una nueva positividad y una nueva manera de relacionarse, interactuar. Es desde allí donde es posible plantearnos que nos encontramos frente a unos desplazamientos de las formas de representación anterior y de las acciones derivadas de esta representación. Dicho de una forma simple, El/la joven encarna hoy el nuevo papel lexical que desempeñan los elementos de la cultura digital. Esto es, nos encontramos frente a un nuevo imaginario simbólico, llevando a que el problema de juventud e instituciones básicas de socialización deje de ser un problema generacional para convertirse en uno de los principales problemas de la época.

 

 

A.        Nueva subjetividad

 

 

El fenómeno más visible de esta transformación, es el surgimiento de una subjetividad contradictoria, que ya no está guiada por razones únicas o por teleología omniscientes ; se ha producido una desintegración en lo subjetivo de la manera como se construían en el pasado los procesos de socialización y los mecanismos de desarrollo de la individualidad. En algunos grupos de edad este proceso es visible en un cierto “autismo de edad” mediante el cual, grupos de edad diferente no se determinan por la inexistencia de una zona de encuentro próxima. Parte del nueve tipo de conflicto juvenil se encuentra en estas características planteadas anteriormente.

 

Vemos entonces con claridad que la subjetividad no es el sitio de la homegeneidad25, que a pesar de la apariencia creada por los medios masivos, se comienza a producir una heterogeneidad más sutil en la cual, los sectores sociales construyen otra manera de interactuar que genera una nueva modalidad de usos; esos usos nuevos, hacen que las personas se relacionan más en función del hacer que del saber, modificando las interacciones tradicionales. El lugar claro de esa heterogeneidad   hoy es, por ejemplo, la televisión, que llegándole a todos por igual, algunos grupos sociales la utilizan como único medio de diversión, otros como único medio informativo, etc. Para algunos sectores en cambio, el acceso a otras tecnologías les permite establecer otra comunicación, otros estilos de relación y de interacción, haciendo que los que tienen acceso sólo a la televisión sean unos nuevos marginados gestados en el proceso tecnológico.

 

Es decir, hay un cambio en la interacción subjetiva que antes se producía y daba sentido a las relaciones personales. Hoy podemos decir que esa interacción ha comenzado a disgregarse a partir de hechos materiales verificables como las nuevas exigencias por el tipo de metrópoli existente, por la disgregación del mundo familiar y su crisis, por la diversificación de los ámbitos de trabajo y la atomización de la unidad productiva fabril, por la ampliación y la especialización de las profesiones, por la recomposición e integración de actividades intelectuales que se cruzan entre ellas para dar origen a nuevas formas del saber. Estos fenómenos reducen la interacción social y los espacios sociales destinados para ellas, construyendo otra forma de ser de la interacción.

 

Se da una identificación de lo público con aquello que es representado en los medios masivos de comunicación, creándose nuevas identidades que buscan más su representación que la claridad del conflicto. Así fue como muchos de los movimientos sociales se empezaron a preocupar más por su expresión masiva, y a través de lo comunicativo, por hacer visible el conflicto, que por pasar a otros procesos y articulaciones más consistentes. Este Hecho construye subjetividad de otra manera, replantea los imaginarios y los coloca en transición, superando la vieja oposición dicotómica del conflicto social, lo que significa cambio de lógica de la acción y por tanto de la política.

 

Baudrillard26 afirma con mucha clarividencia: “Asistimos a la implosión de lo social, una sociedad vaciándose de sentido, al tiempo que se llena de información”. En la globalización de la economía y de los desarrollos técnicos se transforma la vida cotidiana, produciendo dificultades de adaptación a los grupos adultos, a la vez que una nueva lógica de acción y comportamiento para los grupos más jóvenes. La nueva materialidad de la vida cotidiana reconstruye la subjetividad en aquellos espacios donde los educadores e interesados en la acción social y política intervenimos, lo que equivale a decir que estamos actuando con unos arquetipos y unos instrumentos de una época que ya está dejando de ser.

 

De esta manera, el nuevo sujeto histórico de transformación social se encuentra en una sin salida ya que fue resuelto en el pasado de una manera racional y por lo tanto se colocó de manera abstracta como un sujeto estructural con capacidad de enfrentar a la sociedad gestada en ese capitalismo. Y políticamente hablamos de un sujeto en la historia.

 

Asistimos hoy a una transformación en donde el sujeto soberano de la ilustración, por efectos de la atomización, comienza a ser convertido en un sujeto diferente, existente en un mundo de múltiples sujetos. Es decir, en nuestra individuación se combinan distintas subjetividades según nuestro lugar social y la manera como circula el poder en aquellos espacios en los cuales definimos nuestras relaciones sociales: somos consumidores de tecnología y ahí quedamos inscritos en las relaciones de poder y saber y en los circuitos multinacionales; somos miembros de una familia y quedamos atrapados en una forma patriarcal de existir que está en transición; somos asalariados y en ocasiones vivimos procesos de explotación bien tradicionales aunque ya no entendamos como   se da la explotación; somos individuos y respiramos el airee contaminado de metrópolis que no hemos gestado ni organizado y que sólo habitamos. Nuestra subjetividad está diseminada, constituyéndose sobre múltiples circulaciones y disociaciones sociales colectivas, es decir, se acabó la ilusión de la clase única, ya que hoy somos todas pero no somos ninguna de esas subjetividades de manera exclusiva.

 

Por eso, hoy las sociedades se constituyen con una combinación de subjetividades. La tarea para quienes pensamos la transformación social es poder encontrar una conexión entre esas múltiples y variadas circunstancias en las cuales lo global emerge en lo cual y nos permite construir un colectivo de sentido que reinterpreta y organiza de otra manera. Podríamos afirmar que la identidad subjetiva de final de siglo es diferente y articuladora de los nuevos procesos de lo colectivo. Sólo podrá existir lo nuevo colectivo en cuanto tengamos capacidad de dar unidad a las nuevas identidades subjetivas

 

 

B.     Transformaciones en la afectividad

 

 

Las modificaciones en la interacción y la manera como la crisis de la familia afecta a los miembros de ésta se hacen visibles en un modelo de afectividad negativo, en el cual las características más significativas son la dificultad para estructurar la autoimagen, un empobrecimiento de la autoestima, dificultades en el autocontrol, baja capacidad de autocrítica. La presión sobre el / la joven para que se comporte como adulto/a va gestando una diferencia con las imágenes de ellos (adultos) que tiene en su medio.

 

Proceso de no valoración, de no escucharlo/la en cuanto se le considera todavía un niño/a y en cuanto no se le abren todavía espacios para hacer elecciones libres en la vida cotidiana, le significan a los/las jóvenes un rechazo del modelo de identidad que en alguna medida la crisis de la familia no encarna, y menos comunican a sus hijos/as.

 

 

C.        El tiempo es acelerado

 

 

Una de las principales características de nuestra sociedad es la manera como la velocidad de la información transformó los diferentes ámbitos del conocimiento. Igualmente los procesos generados en la telemática introdujeron una idea de tiempo que se sucedía en el instante mismo en el cual los hechos se sucedían, produciéndose una especie de olvido histórico en donde lo importante es el momento , la intensidad de éste y el poder estar en el último instante de lo nuevo que se produce.

 

 

D.        Nuevas competencias lógicas

 

 

A la velocidad se agrega un nuevo elemento que es el de operar a través de procesos digitalizados. Algunos de ellos conducen a la imagen, y en ese sentido nos encontramos no sólo ante procesos de inducción-deducción, sino ante procesos de aducción,27 en los cuales hay la posibilidad de ver globalmente y en lo global captar lo esencial, desarrollar los nudos y reorganizar las tramas que se le presentan, produciéndose una captación global pero limitada en cuanto eso les organiza a ellos nuevas estrategias de negociación cultural.

 

 

E.        Transformación del imaginario simbólico

 

 

Desde la ilustración y con el predominio del texto escrito, siempre habíamos entrado en procesos de corte racional, de lógica secuencial, y acá nos encontramos frente a un imaginario que entrando a negociar con otros lenguajes reorganiza los dispositivos de percepción generando otros tipos de sensibilidad, otra capacidad de captación. Casi el ejemplo propio de este nuevo imaginario es el encuentro de un videojuego entre un adulto y un niño,   en donde la posibilidad de entrar al imaginario simbólico construido en el video juegole da más entrada al niño por que tiene organizados esos otros sentidos de percepción. Esto es, nos encontramos frente a un fenómeno donde se mira lo mismo pro no se lee lo mismo.

 

 

F.         Búsqueda en lo corporal y en los sentidos

 

 

Éste quizá es uno de los puntos más conflictivos para los que hemos organizado una mirada racionalista del mundo, en cuanto los dispositivos de percepción se mueven en una esfera del conocimiento que están más en el sentido y lo corporal. Y esto va a requerir de formas de capacitación diferentes, aspectos que para quien viene de una mirada racionalista son simplemente algo irracionales. Este juicio esquemático no permite entrar en la otra lógica en la cual se está moviendo la relación.

 

 

G.        Imaginarios más digitalizados que alfabetizados

 

 

Algo de lo que tal vez no somos conscientes para armar el conflicto del punto 4, es que ése alfabeto escrito, al ser colocado en nuestro cerebro, organizó y estructuró un aprendizaje lector y de los procesos alfabéticos que determinó una percepción del espacio y del tiempo en el cual formamos una mirada y un cierto análisis sistemático del espacio. Eran las formas privilegiadas de esa representación, una idea de espacio y tiempo en el cual el hombre era el centro del mundo. Y hoy esa desagregación de lo digital irrumpe produciéndose un fenómeno en el cual las funciones crean la imagen que las representa y nos encontramos frente a nuevas dimensiones como la rotación , la duración, es decir, frente a nuevas estrategias cognitivas.

 

 

H.        La imagen desempeña el mismo papel lexical que la palabra escrita

 

 

Es decir, el lugar de la acción ha sido desplazado. La imagen puede traer otras representaciones, en donde en muchas ocasiones formas icónicas de ella pueden hacer visibles funciones que antes sólo eran posibles a través de procesos racionales explícitos, haciendo que muchos de estos procesos sea hoy logrados a través de la imagen.

 

 

I.           Construcción de nuevos circuitos de negociación cultural

 

 

Hoy, cuando interactuamos en cualquiera de nuestros procesos con los jóvenes nos encontramos frente a un imaginario moldeado en otras formas y procesos del conocimiento que gestan la misma distancia cultural que en el pasado colocamos en los procesos de alfabetización, de lectoescritura entre los adultos analfabetas y los grupos letrados de la academia. Es decir, estamos frente a una recomposición de formas de simbolizar y representar ante una nueva subjetividad, ante un individuo distinto, que conoce,

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